CURIOSIDADES 


Perros cariñosos: Mahe y el niño autista

Blog de Pet&Net
perros cariñosos

Los perros nunca dejarán de sorprendernos, en este artículo vamos a hablar de una historia de perros cariñosos que os encantará: Mahe, el perro que cuida de su dueño autista hasta en la cama del hospital.

Mahe es un labrador negro que, tras seis meses de entrenamiento para acompañar a niños con autismo, se ha convertido en el apoyo fundamental para James Isaac. James es un niño de 9 años con autismo que rechaza cualquier tipo de contacto con su familia, pero es inseparable de Mahe “Ni si quiera durante sus visitas al hospital de Wellington, en Nueva Zelanda, donde acude periódicamente para hacerse pruebas se separa de él”.

Michelle Isaac, la madre del niño habla sobre la relación que mantienen James y Mahe desde que llegó a sus vidas hace dos años y medio “Es una relación muy fuerte, durante sus pruebas médicas Mahe se acercaba al pequeño para acariciarle la cara. Hasta la llegada del perro, mi hijo no paraba de moverse en la habitación, le entraba ansiedad y era muy difícil seguir adelante con las pruebas. Mahe es su mejor amigo ahora, lo es todo para él”. Michelle cuenta como el perro no dejaba de mirar a James tras la anestesia “Se le veía realmente preocupado”.
La llegada de un perro siempre aporta emociones y sentimientos maravillosos, en este caso todavía es mucho más, según explican los familiares de James. “La presencia del perro hace que James se sienta más seguro y evita los ataques de pánico y ansiedad. Para los que alguna vez tuvieron dudas, una vez más queda demostrado que el perro es el mejor amigo del hombre“.



El bebé foca robótico que ayuda a tratar a las personas con autismo
Por Iván F. Lobo | 16-03-2016
Takanori Shibata

Takanori Shibata

Director investigación AIST Japón. Creador de Nuka






MuyInteresante.es
Elena Sanz


8 cosas que no sabías sobre el autismo

autismo

Al menos uno de cada 150 niños sufre autismo. Te contamos ocho descubrimientos recientes sobre este trastorno cuyos principales signos y síntomas afectan a la comunicación, las interacciones sociales y las conductas repetitivas.











Mal de genios. ¿Qué tenían en común Albert Einstein, Isaac Newton, Mozart, Beethoven, Inmanuel 
Kant y Hans Christian Andersen? Según ha concluído Michael Fitzgerald, psiquiatra irlandés 
del Trinity Collage de Dublín, todos estos grandes genios de la historia sufrieron alguna forma de
 autismo a lo largo de su vida.

Cabeza grande. Los niños con autismo tienen más niveles de hormonas implicadas en el 
crecimiento (factores de crecimiento insulínicos tipos 1 y 2) que aquellos que no padecen la
 enfermedad. Eso explicaría por qué la circunferencia de la cabeza en los autistas es más 
grande, según concluía un reciente estudio de la Universidad de Cincinnati (EE UU) publicado 
en Clinical Endocrinology.

La reputación no importa. De acuerdo con una investigación del Instituto Tecnológico 
de California (Caltech), a los autistas no les importa lo que los demás piensan de ellos. Para 
demostrarlo, los científicos compararon su comportamiento a la hora de hacer donaciones 
económicas a UNICEF en dos condiciones: estando solos y cuando eran observados por 
otra persona. Los sujetos sanos donaban más en presencia de un observador, porque tenían
 en cuenta cómo repercutiría en su reputación social. La cuantía donada por los autistas, sin
 embargo, era idéntica en ambas situaciones. Las conclusiones se publicaron en la revista PNAS.

Procesan mejor. Los autistas tienen mayor capacidad de procesar información que el común
 de los mortales, lo que podría explicar el porcentaje aparentemente mayor que el promedio de 
personas autistas que trabajan en el sector de la tecnología de la información, afirman 
investigadores de Reino Unido. Además de esta mayor capacidad de procesar información, los 
autistas son más capaces de detectar información que se considera esencial, según el estudio, que 
aparecía en la publicación Journal of Abnormal Psychology.



Cara autista. El rostro de los niños con autismo tiene rasgos característicos, de acuerdo con

 un estudio publicado hace poco en la revista Molecular Autism. Concretamente, tienen los ojos

 y la boca más anchos, la zona alta de la cara más grande de lo habitual y la zona media de la 

cara (nariz y mejillas) algo más pequeña que la media.


Prematuros. Los bebés prematuros y los que nacen con bajo peso tienen una predisposición
 cinco veces mayor a desarrollar autismo que aquellos que nacen con un peso normal, según
 un estudio publicado en la revista Pediatricsy basado en datos obtenidos durante 21 años.

Ventajas en la prehistoria. Algunos de los genes que contribuyen al autismo podrían
 haber sido seleccionados en el pasado porque proporcionaban mayores habilidades en
 inteligencia espacial, concentración y memoria, cualidades que favorecían a quienes padecían 
autismo a la hora de cazar y recolectar.

Neuronas espejo. Las personas que sufren autismo tienden a tener problemas en cuanto a las 
habilidades sociales y les resulta casi imposible mostrar empatía al comunicarse con otra
 persona. De acuerdo con una investigación dada a conocer en Biological Psychiatry, se debe 
a fallos en el sistema de las neuronas espejo (las encargadas de comprender y anticipar los
 deseos y las acciones de los demás), que no se bloquean pero se desarrollan con extremada
 lentitud.




















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